¿Hace cuanto no te ríes hasta que te duela el estómago? ¿te pringas toda la cara comiendo un helado? o simplemente sientes el vértigo de deslizarte por un tobogán…
Jugar en el barro, bañarte bajo una lluvia de verano, tirarte a la piscina con ropa, reírte de las tonterías de otros… sentirte libre de expresarte como eres y no como los demás esperan que seas.
Permitirnos de vez en cuando actuar como niños es una sensación liberadora, ¿recuerdas cuando tenías 6 años? esa esa libertad de vivir sin estrés, sin más preocupaciones que jugar, reír y divertirte, sin pensar en que vas a hacer mañana, o que hiciste ayer.
Aquí una 10 de esas cosas maravillosas que nos devuelven a la infancia:
- Comienza a reírte a carcajadas, tan fuerte que te salten las lagrimas, pierdas el aire y luego vuelve a reír un poco más.
- Hazle muecas a la gente que te encuentres por la calle.
- Chapotea por los charcos y juega a deslizarte en el barro.
- Corre por el jardín con los aspersores encendidos, con los brazos abiertos como si fueran un avión.
- Camina descalzo por el césped y rueda cuesta abajo por una colina.
- Ponte un sombrero ridículo el día te tu cumpleaños.
- Construye un fuerte de cojines en medio del salón y comienza una batalla de cojines.
- Sal a la calle con calcetines dispares de colores brillantes
- Juega con tu pareja a la guerra de cosquillas.
- Salta en un hinchable hasta quedarte sin aliento.
Y a ti, ¿qué otras cosas maravillosas se te ocurren para sacar a ese niño que todos llevamos dentro?